Actividad de Campo de APA

Amerindian Peoples Association (APA), en el marco del proyecto Amazonía 2.0, llevó a cabo recientemente una actividad de monitoreo ambiental en territorio, en la región de Potaro-Siparuni (región 8), en la que un equipo de la organización pasó tres semanas recogiendo datos relacionados a las siete comunidades que forman parte del proyecto.

El equipo estuvo compuesto por el Especialista en SIG y el Oficial de Política Forestal de la APA, Sr. Michael McGarrell, la Oficial de Comunicaciones y Visibilidad, Sra. Mariah Lall, y tres monitores: Kemal Robinson, Lucious Torres y Orlando Andrews. Entre las comunidades visitadas por el equipo se encontraba la aldea de Micobie, que se encuentra en la margen derecha del río Potaro en la Región 8. Micobie, al igual que muchas otras comunidades indígenas, se enfrenta a constantes amenazas a sus tierras como resultado de la minería ilegal y se ha visto obligada a hacer frente a ríos contaminados y a otras formas de degradación ambiental como consecuencia de la minería fluvial.

Durante la visita a Micobie, los residentes expresaron su preocupación por la minería ilegal que se lleva a cabo en las tierras de su propiedad. En consecuencia, el equipo de APA, acompañado por un concejal del Consejo de la Aldea de Micobie, visitó el sitio más reciente afectado por la minería ilegal. Al acercarse el equipo a la zona, se vio a cuatro dragas hidráulicas trabajando en las tierras de la aldea. Sin embargo, a medida que se acercaban, las dragas y varios trabajadores se retiraron al otro lado del río. No obstante, el equipo pudo capturar videos de las dragas siendo remolcadas fuera del lugar de trabajo. También pudieron fotografiar dos excavadoras, que se utilizaron para limpiar la orilla del río de su vegetación natural, escondida por los mineros en los arbustos cercanos.

Este caso de minería ilegal también fue destacado en los medios de comunicación social por APA y posteriormente fue seguido por Stabroek News, un medio de comunicación local. APA, a través de su página de Facebook, publicó fotografías y filmaciones aéreas de la situación sobre el terreno. Tras una atención constante de los medios de comunicación, un equipo de la Comisión de Geología y Minas de Guyana (GGMC), el órgano regulador de la minería en Guyana, visitó a los mineros y emitió órdenes de alejamiento y les dio instrucciones para que rellenaran el terreno. Sin embargo, se ha informado que los mineros siguen desafiando la orden, dejando a Micobie para luchar lo que muy probablemente será otra batalla ardua, todo ello mientras sus tierras siguen siendo destruidas y sus vías fluviales contaminadas.


Isaac Williams, un residente de Micobie que habló con el Sr. McGarrell, explicó que ha estado viviendo en la comunidad durante más de 60 años y ha sido testigo de la contaminación del río causada por la continua minería fluvial. Señaló que, aunque se han presentado informes a las autoridades competentes, la comunidad ha visto pocos cambios. El Sr. Williams explicó que el río Potaro fue una vez hogar de una abundancia de peces que sostuvo a la comunidad y a los pescadores como él. Sin embargo, esto ha cambiado ya que ahora los peces son escasos, algo que él atribuye a la minería fluvial que tiene lugar en el río Potaro.

"Tenemos el gran río Potaro con agua contaminada; el arroyo Tiger, nuestra línea fronteriza también está contaminada... Nos está afectando porque ya no tenemos nuestros peces. Incluso si se ata una red de cerco ahora no se puede pescar nada, solo musgo se queda en la red", compartió el Sr. Williams. "Es difícil, especialmente para mí porque solía ir a pescar, pero ya no puedo hacerlo", añadió.

Mientras tanto, en Karisaparu, otra aldea del proyecto Amazonía 2.0, el equipo de APA se reunió con Mamai Lucille, una anciana de Patamona, que hace más de un año fue sacada a la fuerza de la tierra en la que vivía durante más de 80 años después de que los mineros la reclamaran. Según informó el Consejo del Distrito de Pakaraima Norte (NPDC), los mineros habían derribado cruelmente el poste de la casa de Mamai, habían arrojado sus pertenencias fuera de su casa y habían destruido su granja.

Aunque hubo alguna intervención del ex Ministro de Recursos Naturales, Sr. Raphael Trotman, después de que los medios de comunicación locales alertaran sobre la situación de Mamai, su situación ha seguido siendo la misma. En el momento de la intervención del Ministro, los mineros recibieron instrucciones de reconstruir una casa para Mamai. Sin embargo, la estructura que vio el equipo de APA durante la visita a Karisaparu sólo puede considerarse un cobertizo, lo que la deja expuesta a la intemperie.

Mamai también explicó que los mineros están tratando una vez más de obligarla a trasladarse. Sin embargo, dejó claro que no tiene ninguna intención de ser expulsada por los mineros. También habló de la tristeza que sentía por haber tenido que presenciar la destrucción de sus árboles frutales, que habían existido desde sus días de niña.

Además, el equipo también visitó la aldea de Campbelltown, situada en las afueras del municipio de Mahdia en la Región 8. A mediados de septiembre, la aldea experimentó una fiebre del oro que hizo que miles de personas acudieran en masa a la zona conocida como S-Bend, para extraer los depósitos de oro descubiertos allí.

Sin embargo, el sitio fue posteriormente cerrado por el GGMC hasta que la comunidad pueda implementar medidas de seguridad específicas. Durante su visita a la zona, el equipo pudo contactar con la Sra. Marbel Thomas, de Campbelltown, y discutir el impacto de la fiebre del oro en el pueblo, así como las medidas que se aplicarán para garantizar la seguridad de los residentes y los mineros en medio de la pandemia de COVID-19.

Los datos y las historias recogidas en esta actividad de campo serán fundamentales para planificar las futuras actividades de monitoreo de Amazonía 2.0, y para la defensa basada en la evidencia por parte de estas comunidades.

Para más información sobre la labor de Guyana: https://apaguyana.com/